sábado, 17 de diciembre de 2022

NO EN MI CASA

Ante la condena a muerte de un futbolista iraní

Al mediodía del domingo, mi tv quedará así, a oscuras y en silencio. Alguna vez los humanos tendremos que parar cuando alguna atrocidad ocurre en cualquier punto del planeta. A  Amir, jugador de fútbol iraní,lo quieren matar porque protestó a favor de los derechos de las mujeres de su país, a todas vistas, inexistentes. Baste recordar que la ola de protestas comenzó cuando asesinaron a la joven Masha Amini por llevar el velo mal colocado.

 Sería un acto digno y de profunda humanidad que la pelota dejara de rodar este domingo. Pero como es muy difícil que eso ocurra, por lo menos en el reducido espacio de mi casa, no rodará.

Mi conciencia de hoy coincide con la que en el 2008 me llevó a no ver un solo instante de las Olimpiadas de Beijing, como respuesta a la represión del momento y a la larga opresión del régimen chino contra los tibetanos.  

Lamento que mi obrar sea tan insignificante, ante estas crueldades y muchas otras. Me pesará siempre la impotencia de no haber podido hacer más.

Aloma Sellanes 

17/12/22