A estas alturas supongo que no es novedad entre nosotros que en la clausura del viernes de la cumbre del G20, donde países de supuesta vanguardia intentan encontrar soluciones mágicas al dislate del mundo que ellos en buena medida han contruibuido a crear, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy tuvo palabras desagradables, prepotentes y por ende inaceptables hacia nuestro país.
Lo de paraíso fiscal parece, de acuerdo a lo leido y escuchado por expertos en la materia, por lo menos un exceso propio de quien no conoce la realidad a fondo, y si no la conoce ni siquiera puede emitir opinión, mucho menos acusar.
Pero creo que el punto más alto en la indignación, se lo lleva su aseveración de que nuestro país debe ser apartado de la comunidad internacional. ¿Es una advertencia o lisa y llanamente nos amenaza? ¿Quién es usted? En un artículo del escritor Tahar Ben Jelloun, premio Goncourt 1987, sobre los hechos de violencia en Francia del 2005, podemos encontrar algunas pistas a su arrogancia:
"... En el centro de esta revuelta late la cólera de una juventud francesa hija de la inmigración; una juventud pobre a la que no se ha tenido en cuenta y que vive bajo vigilancia policial. Y el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, se empeña en demostrar a los franceses que él les garantiza su seguridad. Es el mismo que hace muestra de firmeza y en ocasiones va más allá, amenazando a los jóvenes con el puño. Y es que él fue quien empleó la expresión limpiar con Karcher (una marca de limpiadoras de agua a presión) La Courneuve-Cité des 4.000, un barrio problemático. Justo antes de la tragedia de Clichy, el 25 de octubre por la noche, estuvo en Argenteuil y llamó chusma a los jóvenes enardecidos.
Esa forma de actuar y, sobre todo, el empleo de esas palabras, demuestran que o bien no es capaz de controlar los nervios, o bien pretende transmitir un mensaje a los electores de la extrema derecha de cara a las elecciones presidenciales del 2007". (http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=1122)
¿Tendría el puño apretado cuando lanzó su amenaza contra nosotros? ¿Qué y quién determina los países que pueden mantenerse dentro de la mística e inasible comunidad internacional? ¿El G20? Seguramente que con su estricta moral, Monsieur Sarkozy no debe estar de acuerdo con que un país que está primero en número de ejecuciones de muerte, que tiene miles de presos políticos, que tortura, que mantiene pueblos sojuzgados y que no garantiza los juicios justos, forme parte de la comunidad internacional, una pena que haya perdido la oportunidad de amenazar a China en esta cumbre, ya que tenía a Hu Jintao bien cerca de su puño.
Claro está que otros ilustres integrantes del G20, también hacen acopio de antecedentes totalmente descalificadores:
"… Francia sigue siendo un Estado colonial...
En Nueva Caledonia, Guadalupe, Martinica, Guyana, la Reunión, Polinesia, reinan represión y menosprecio hacia el sufragio universal. Los hijos de estas colonias son, en Francia, relegados al estatus de inmigrantes, de franceses de segunda clase a los que se les niega gran parte de sus derechos. En algunas de sus antiguas colonias, Francia sigue ejerciendo una política de dominación. Una proporción enorme de las riquezas locales es aspirada por la antigua metrópoli y por el capital internacional. Su ejército actúa en Costa de Marfil como en territorio ocupado".
(http://www.decolonialtranslation.com/espanol/AppelEsp.php)
Eso pasa en el país que Monsieur Sarkozy preside, lo que lleva a concluir que no está a la altura de un gran estadista, porque un gran estadista habría enfocado estos problemas con firmeza y hubiese utilizado los medios económicos de un país saneado en ese aspecto para mejorar una situación de lamentable discriminación, medios económicos que dable es decir, se componen en cierta medida de las riquezas de las colonias, oh cruel paradoja. Por eso desde aquí, desde un país con mucho para solucionar pero que igual se posiciona como una de las democracias más dignas de América Latina y del mundo, uno tiene la certeza que Nicolás Sarkozy no está a la altura de un gran estadista, para estarlo hace falta mucho más que una banqueta.-
Lo de paraíso fiscal parece, de acuerdo a lo leido y escuchado por expertos en la materia, por lo menos un exceso propio de quien no conoce la realidad a fondo, y si no la conoce ni siquiera puede emitir opinión, mucho menos acusar.
Pero creo que el punto más alto en la indignación, se lo lleva su aseveración de que nuestro país debe ser apartado de la comunidad internacional. ¿Es una advertencia o lisa y llanamente nos amenaza? ¿Quién es usted? En un artículo del escritor Tahar Ben Jelloun, premio Goncourt 1987, sobre los hechos de violencia en Francia del 2005, podemos encontrar algunas pistas a su arrogancia:
"... En el centro de esta revuelta late la cólera de una juventud francesa hija de la inmigración; una juventud pobre a la que no se ha tenido en cuenta y que vive bajo vigilancia policial. Y el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, se empeña en demostrar a los franceses que él les garantiza su seguridad. Es el mismo que hace muestra de firmeza y en ocasiones va más allá, amenazando a los jóvenes con el puño. Y es que él fue quien empleó la expresión limpiar con Karcher (una marca de limpiadoras de agua a presión) La Courneuve-Cité des 4.000, un barrio problemático. Justo antes de la tragedia de Clichy, el 25 de octubre por la noche, estuvo en Argenteuil y llamó chusma a los jóvenes enardecidos.
Esa forma de actuar y, sobre todo, el empleo de esas palabras, demuestran que o bien no es capaz de controlar los nervios, o bien pretende transmitir un mensaje a los electores de la extrema derecha de cara a las elecciones presidenciales del 2007". (http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=1122)
¿Tendría el puño apretado cuando lanzó su amenaza contra nosotros? ¿Qué y quién determina los países que pueden mantenerse dentro de la mística e inasible comunidad internacional? ¿El G20? Seguramente que con su estricta moral, Monsieur Sarkozy no debe estar de acuerdo con que un país que está primero en número de ejecuciones de muerte, que tiene miles de presos políticos, que tortura, que mantiene pueblos sojuzgados y que no garantiza los juicios justos, forme parte de la comunidad internacional, una pena que haya perdido la oportunidad de amenazar a China en esta cumbre, ya que tenía a Hu Jintao bien cerca de su puño.
Claro está que otros ilustres integrantes del G20, también hacen acopio de antecedentes totalmente descalificadores:
"… Francia sigue siendo un Estado colonial...
En Nueva Caledonia, Guadalupe, Martinica, Guyana, la Reunión, Polinesia, reinan represión y menosprecio hacia el sufragio universal. Los hijos de estas colonias son, en Francia, relegados al estatus de inmigrantes, de franceses de segunda clase a los que se les niega gran parte de sus derechos. En algunas de sus antiguas colonias, Francia sigue ejerciendo una política de dominación. Una proporción enorme de las riquezas locales es aspirada por la antigua metrópoli y por el capital internacional. Su ejército actúa en Costa de Marfil como en territorio ocupado".
(http://www.decolonialtranslation.com/espanol/AppelEsp.php)
Eso pasa en el país que Monsieur Sarkozy preside, lo que lleva a concluir que no está a la altura de un gran estadista, porque un gran estadista habría enfocado estos problemas con firmeza y hubiese utilizado los medios económicos de un país saneado en ese aspecto para mejorar una situación de lamentable discriminación, medios económicos que dable es decir, se componen en cierta medida de las riquezas de las colonias, oh cruel paradoja. Por eso desde aquí, desde un país con mucho para solucionar pero que igual se posiciona como una de las democracias más dignas de América Latina y del mundo, uno tiene la certeza que Nicolás Sarkozy no está a la altura de un gran estadista, para estarlo hace falta mucho más que una banqueta.-